¿Qué sería una boda sin el momento en que los novios cortan la tarta nupcial juntos? Igual que el vestido de la novia, el primer baile o el ramo de flores que lanza la novia, los pasteles de boda son un elemento clave que no puede faltar nunca en una boda. Sin duda, el clásico corte del pastel de boda es uno de los momentos más emotivos (y dulces) de toda la celebración.
Aunque pueda parecer un detalle o simplemente parte del menú, como a modo de postre, los pasteles de boda son mucho más que un rico bizcocho. Hay infinidad de profesionales pasteleros que hacen auténticas maravillas para estas ocasiones tan especiales, pero también hay parejas que deciden ponerse manos a la obra y preparar su propia tarta nupcial.
Hay opciones para todos los gustos y bolsillos, y varios aspectos de las tartas para bodas a tener en cuenta, así que vamos a verlas una por una para que el resultado sea perfecto.
Los sabores de los pasteles de bodas
El sabor que vaya a tener vuestra tarta nupcial es crucial. Al fin y al cabo, se trata de que sea un postre rico y que lo disfruten todos los paladares. Muchas veces nos entran cosas por los ojos que luego pueden decepcionar en la boca, así que el mejor consejo es que os encarguéis de hacer por lo menos una cata para así saber si los sabores, no solo su presentación, son de vuestro agrado.
Un buen punto de partida es que los novios hagan una lista de sus sabores dulces favoritos: frutas, tipos de chocolate, frutos secos, etc. Una vez hecha la lista, sólo habrá que escoger dos o tres sabores que combinen a la perfección, pensando que tienen que gustar a la mayoría de gente.
Por ejemplo, la fresa, el merengue o el chocolate son apuestas seguras, pero no os olvidéis de los cítricos que, además de ser digestivos para después del banquete, aportan una ligereza a la tarta para que no sea pesada de comer. Por cierto, los cítricos no son sólo el limón o la naranja, también hay: la fruta de la pasión, la mandarina, la piña, el pomelo, la lima y muchas más variaciones de lo más tropicales.
En cuanto a los frutos secos, tenéis que saber que se usan mucho en pastelería, así que es muy recomendable que elijáis uno, ya sea para que forme parte de la receta del bizcocho o para hacer de decoración por el exterior de la tarta. Pensad en frutos secos originales y de calidad como el pistacho, la nuez de macadamia, el coquito de Brasil o las frutas deshidratadas.
Los diseños de tartas para bodas
Una vez tengáis los sabores decididos, ya podéis pasar al siguiente paso: el diseño. Las tartas para bodas no solamente tienen que ser un regalo para el paladar, sino que además deben entrar por los ojos.
Lo primero a tener en cuenta, aunque parezca sorprendente, es fijarse en todos detalles de boda y la decoración que habéis elegido para todo lo demás. Si conseguís que los pasteles de boda sean parte del estilo de la boda, habréis superado el reto.
Por ejemplo, si para las flores, manteles, vajilla y demás os habéis decantado por un color blanco roto, lo mejor será que la tarta nupcial siga la misma línea. Si para los detalles de la decoración habéis elegido, por ejemplo, el ocre, que las decoraciones del pastel de boda sean también en ocre, todo ello para mostrar elegancia y atención al detalle.
Tipos de tartas para bodas
Las tartas para bodas tienen que reflejar vuestro estilo y personalidad. Al ser un elemento tan importante en un día de ceremonia, existen multitud de opciones en cuanto a diseño y concepto. A continuación, te exponemos unas cuantas, pero ya sabéis que sólo vuestra imaginación acabará poniendo los límites.
Algunos ejemplos para diseños de tartas nupciales, tanto tradicionales como modernos y originales:
- La tarta nupcial clásica. También conocida por su nombre pastelero como fondant, se compone de varios pisos de bizcocho unidos con la pasta que le da el nombre a la tarta. Aun y siendo la opción más antigua y tradicional, sigue usándose mucho por sus magníficos sabor y aspecto, aunque cada vez son más las parejas que se decantan por opciones más modernas y personalizadas.
- La naked cake. Quien sabe si la naked cake algún día debancará a la clásica tarta nupcial como opción más popular, pero de lo que no cabe duda es que cada vez son más las bodas que optan por una naked cake para el momento más dulce. Aunque suene como algo complicado, en realidad se trata de las modernas tartas de pisos bizcocho con frosting y decoraciones normalmente frutales. Las habréis visto muchas veces y de mil formas distintas, lo cual es una buena señal para que pueda convertirse en la tarta nupcial perfecta. Puede hacerse de muchos sabores, colores y aromas y puede decorarse al gusto de cada uno. Siempre aporta un estilo muy rústico y vintage, incluso se percibe como casera, lo que le da un extra de amor y cariño que ayudan mucho al efecto del azúcar. Ideales para bodas al aire libre o de estilo boho chic.
- La tarta falsa. Aunque su nombre suene un poco mal de entrada, esta tarta nupcial está llena de las sorpresas más dulces. Esta opción se aplica en casos en los que los novios opten por unas tartas de boda originales. Para no romper con la tradición del mágico momento en que los novios cogen juntos el cuchillo y le dan el primer corte a la tarta, los pasteleros han llegado a esta solución: crear una tarta de mentira, que es más una maqueta que una obra de repostería, para que los novios corten el pastel. Y te preguntarás ¿y luego? Que no cunda el pánico, nadie se quedará sin postre. En este caso, los novios habrán optado por postres individuales que no defraudarán a nadie: macarons, cupcakes, helados, muffins, mini-tartas, son sólo algunos de los formatos que puede tener el esperado postre nupcial.
Así que ya sabéis, las opciones son muchas y, aunque decidáis celebrar una boda muy alejada de lo más clásico y convencional, no tenéis que renunciar a la tarta nupcial.
Tartas de boda y épocas del año
La gran mayoría de bodas se celebran en las épocas más calurosas del año, lo cual tiene una serie de implicaciones sobre distintos aspectos de la boda. Pensar en la climatología tiene fuertes repercusiones sobre varias decisiones que se toman a la hora de planificar una boda: desde los vestidos de las damas de honor, pasando por la decoración y, por supuesto, teniendo en cuenta la comida y los pasteles de boda. Todos sabemos que no es lo mismo estar a 20ºC que a 30ºC. Para una tarta, como es obvio, tampoco es lo mismo.
Para empezar, hay que tener en cuenta que ciertos ingredientes se estropean con el calor y hay que descartarlos de entrada. El merengue, por ejemplo, es uno de ellos porque con el calor se derrite y pierde toda su consistencia. Además, al estar hecho de clara de huevo, con el calor podría incluso ponerse malo y causar indigestiones o intoxicaciones, problemas que hay que evitar a toda costa. Así que, por mucho que os guste el merengue, si vuestra boda es en agosto lo más recomendable es que os decantéis por otro tipo de tarta para evitar todos estos problemas.
Del mismo modo, pensad que unos coulants o una tarta fondant pueden ser muy pesados y empalagosos para los meses de calor, y todos sabemos que el chocholate se conserva mucho mejor en el frío.
Lo más recomendable, y esto es tanto para los meses de frío como para los calurosos, es decantarse por ingredientes de temporada. Como veníamos diciendo, el calor y el chocolate no se llevan muy bien, pero hay otros sabores que son ideales para los meses de más calor. Estos suelen ser sabores frutales, cítricos en su mayoría, ya que aportan un buen punto de frescura y ligereza que ayudarán a combatir el calor. Además, no os olvidéis del helado, que puede servir para añadir frescura y para acompañar el trozo de tarta o el postre individual.
Durante los meses más fríos tendréis más opciones para elegir, ya que no tendréis que estar pendientes de si se derriten las coberturas. El chocolate es un gran aliado del frío, en primer lugar porque se conserva mejor y, en segundo lugar, porque apetece. Si además le añadís chocolate fundido, será un plus.
Presupuestos para la tarta nupcial
Como todo a la hora de organizar una boda, la tarta nupcial tiene un precio y tendréis que reservar parte del presupuesto para ella. Aunque pueda parecer lo contrario, los pasteles de boda se llevan una buena fracción del presupuesto de la boda, ya que la pastelería es un lujo y la calidad en estos casos se paga cara.
Para hacer un cálculo aproximado de cuánto dinero tenéis que reservar para vuestro pastel de boda, lo primero que tenéis que saber es el número de invitados con los que contáis. Como es obvio, no es lo mismo encargar un pastel para 60 que hacerlo para 300, así que debéis empezar por ahí.
Normalmente, el precio medio acaba saliendo entre 5 y 10 euros por comensal, así que, siempre en función de los invitados que tengáis, el presupuesto total de la tarta nupcial oscilará entre los 500 y 2.000 euros. Pensad también que el precio variará según la cantidad de detalles que queráis añadir al pastel de boda, así como según el precio de los ingredientes que elijáis, porque no es lo mismo que la base del bizcocho sea de piñones que de mazapán.
Algunos elementos que harán subir el precio de la tarta de boda serán el número de pisos de los que esta esté formada, la cantidad de detalles de diseño que le añadáis, si decidís optar por detalles de oro comestible o las flores como decoración. Todos estos detalles comportarán al pastelero más o menos horas de trabajo, con lo cual el precio variará considerablemente.
Consejos para unas tartas de boda originales
Como todos los elementos de una boda, el pastel de boda se puede personalizar hasta donde se desee o hasta donde llegue la imaginación de los novios y el pastelero en conjunto. El resultado puede ser de lo más original, llegando incluso a sorprender a los invitados más exigentes.
Una de las primeras ideas que a todo el mundo nos vienen a la cabeza cuando pensamos en personalizar una tarta nupcial son los típicos muñequitos que representan a los novios y que van colocados en la cima del pastel. Los pasteleros especializados en tartas nupciales se han convertido en auténticos artesanos y cuentan con profesionales para todo. En este sentido, son muchas las casas pasteleras que ofrecen muñecos personalizados.
Si os gusta la idea de personalizar los muñequitos del pastel, pensad en cómo podríais hacerlo de manera original. Por ejemplo, si sois unos apasionados del esquí, ¿qué mejor que unos muñequitos esquiadores? También podéis optar por unos muñecos que se parezcan a vosotros en la forma de vestir o el peinado, o en muñecos que no se parezcan nada a vosotros pero que os representen de algún modo, por ejemplo, si sois fans de Star Wars.
Otra opción para personalizar vuestra tarta nupcial es hacer que forme parte de todo el diseño y decoración de la boda. Por ejemplo, si habéis elegido rosas blancas para decorar las mesas y los rincones de la pista de baile, podéis también utilizarlas como decoración del pastel. Eso le dará un toque de elegancia y diseño que nadie pasará por alto. Además, no es ninguna novedad que existan también opciones comestibles en cuanto a las flores decorativas.
Otra opción es decorar vuestras tartas para bodas con cintas y telas que sean del mismo color y material que algún detalle que lleven los novios, como por ejemplo la corbata del novio o el velo de la novia.
Con todo, podemos concluir que las opciones van tan lejos como la propia imaginación. Así que no os olvidéis de dedicarle a vuestra tarta nupcial el presupuesto que se merece y ¡todo saldrá a la perfección!
Ahora que has solucionado el tema de la tarta nupcial ¿necesita consejos para un libro de firmas original? ¡Lee nuestro siguiente post!