Una boda es un gran acontecimiento y sus preparativos conllevan mucho trabajo. Es por ello, entre otras cosas, que existen las damas de honor.
En cuanto empieces a pensar en todo lo que hay que planear, organizar y ejecutar, te darás cuenta de que estás ante un trabajo con muchos detalles a tener en cuenta y que será mucho más fácil si se hace en equipo. Además, tu boda es tu gran día y se trata de que puedas disfrutarlo, y no tener que estar pendiente de que todo salga como siempre has soñado. De eso se encargarán tus damas de honor y, por esa razón, es una elección muy importante.
La organización de una boda es una tarea que implica mucho amor, confianza y diversión. Precisamente por este motivo, es importante que las damas se conozcan antes de empezar los preparativos y que se lleven bien entre si: ¡no hay que olvidar que es una celebración!
En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre las damas de honor: los distintos tipos de damas que existen, cuáles son sus funciones, cuántas damas debes elegir según tus necesidades, cómo elegir el equipo de damas perfecto y, de paso, te damos algunas ideas para pedirlo a tus amigas y/o familiares.
Descubre los diferentes tipos de damas
Antes que nada, hay que aclarar algunos conceptos ya que, según la región o la herencia cultural, las damas de honor reciben distintos nombres y existen varias categorías de dama según el tipo de responsabilidades que les adjudiques.
En primer lugar, están las damas de boda o damas de la novia. Estas, por lo general, suelen ser las mejores amigas de la novia, aunque también puede haber alguna familiar, como una hermana, una prima o incluso una tía. Por norma, la madre de la novia no formará parte de las damas de boda, ya que ella tiene un papel también muy importante: el de madrina. En resumen, las damas de boda o damas de la novia son las mujeres más importantes de tu vida, en las que confías incondicionalmente y las que quieres que te acompañen y ayuden en este momento tan importante.
Después está la figura de la dama de honor. Podríamos decir que la dama de honor es la líder de las demás damas y la que se encarga de coordinarlas. Además, también será la anfitriona de la despedida de soltera, tendrá que estar pendiente de que la novia se ve bien en todo momento en el día de la boda, de que come y saluda a todo el mundo, y, cómo no, tendrá que hacer de apoyo moral ante los nervios que pueden aparecer en un día como ese.
Por todos estos motivos, la dama de honor suele ser la amiga del alma de la novia, con la que se siente más unida y en la que más confía. Suele ser una relación de muchos años de amistad, alguien que conoce a la novia en todas sus facetas: una confidente que nunca falla. A fin de cuentas, es la amiga que siempre ha estado a tu lado, tanto en los buenos momentos como en los malos.
¿Cuántas damas de honor puedes tener en tu boda?
La cantidad de damas de boda o damas de honor dependerá del tipo de boda que plantees desde un principio. El protocolo dicta que hay que tener una dama por cada cincuenta invitados, pero es obvio que esto se puede adaptar según las necesidades o los gustos de cada una.
A nivel estético, en el momento de la ceremonia no es lo mismo si se ven los novios rodeados de cinco o seis damas y caballeros de boda o si sólo los acompaña una persona. Es una decisión que hay que tomar, dependiendo de si apuestas por una boda más íntima o a lo grande.
Te planteamos a continuación diferentes opciones para que puedas ver cómo cambia el resultado según la cantidad de damas que decidas tener.
Si optas por organizar tu boda por todo lo alto, lo más normal sería que tengas entre cuatro y seis damas de boda y una dama de honor. En este caso, hay muchas opciones a la hora de escoger quiénes formarán parte del grupo de damas. Una buena forma de plantearlo es si tienes un grupo de amigas de toda la vida: ellas estarán encantadas de formar un equipo para ti y darte lo mejor de cada una para que todo vaya sobre ruedas. Además, la diversión está asegurada.
En caso de no tener un grupo de amigas de confianza tan sólido, puedes optar por juntar a varias mujeres de tu vida, aunque sean de distintos círculos (amigas de la infancia, de la universidad, del trabajo, familiares cercanos, etc.). Es un acto muy bonito juntar a gente de distintos círculos y hacer que trabajen para el mismo fin.
Ya sean tus amigas de toda la vida que se conocen entre ellas a la perfección o amigas de diferentes círculos que todavía no tienen una relación, la opción de tener entre 4 y 6 damas tiene sus ventajas. En primer lugar, podrás dividir más las tareas, con lo cual ninguna tendrá demasiado trabajo que no pueda hacer y todas sabrán exactamente cual es su misión. Además, tendrás más puntos de vista y más manos y ojos para fijarse en detalles.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que cada persona tiene sus propias habilidades. ¡Aprovéchalas! Si una de tus damas es más creativa, encárgale, por ejemplo, el diseño de las invitaciones. O si tienes una dama que es muy sociable, haz que tome el rol de relaciones públicas el día de tu boda y que se encargue de cortar el hielo en la pista de baile. Tu amiga más organizada es la que debería encargarse de contratar todos los servicios y asegurarse de que cosas como el cátering, el coche nupcial o el DJ de la boda estén listos y que no falle nada. Si tienes una amiga que es más sensible y reservada, puedes hacer que se encargue de las flores o de hacer un poema como obsequio a los asistentes.
Un consejo es que pienses en la relación que tienen entre ellas. Que se lleven bien es fundamental, no quieres que se genere ningún mal ambiente dentro de tu boda, así que ten cuidado, por ejemplo, con juntar personalidades demasiado fuertes. En cualquier grupo aparecen un líder y unos seguidores, así que asegúrate de que ese equilibrio exista en tu equipo de damas para que la organización de tu boda vaya en una sola dirección.
Si quieres que tu boda sea un evento más íntimo, quizás queda un poco exagerado tener seis damas de boda. Es por ello que la opción de tener dos o tres damas de boda, o incluso sólo una dama de honor, también hay que contemplarla.
A diferencia de la opción anterior, estas tendrán más trabajo porque son menos a repartirse las tareas, pero también, si se trata de una boda más pequeña, no habrá tantos detalles a tener en cuenta. Otra ventaja es que, al ser menos puntos de vista que se encuentran, puede quedar todo más dentro de tu control y será más fácil que se pongan de acuerdo entre ellas.
También puedes optar por la opción de tener una sola dama de honor. En este caso, se tratará probablemente de tu mejor amiga o hermana. Pese a que la relación que tengas con la dama de honor es de lo más importante, también es importante que pienses en si esa mujer tiene lo que hace falta para ser tu dama de honor. Es decir, tiene que ser una mujer fuerte, resolutiva, organizada, creativa y sociable, además de conocerte muy bien para que sepa cuáles son tus gustos.
Funciones de las damas de bodas y de la dama de honor
Como decíamos antes, hay muchas tareas por hacer en los preparativos de una boda, mil detalles a tener en cuenta que, si tuviera que hacerlo una sola persona, tendría que dedicarse a ello exclusivamente. Por eso, entre otras cosas, están las damas de honor: para ayudar a la novia a preparar todo lo necesario para que su boda sea lo que siempre ha soñado, el mejor día de su vida.
En el caso de que cuentes con damas de boda, éstas podrán dividirse las tareas, pero será la dama de honor la encargada de coordinar a todas las demás y controlar que todo el mundo esté cumpliendo con las necesidades de los preparativos de boda. Así pues, es conveniente que la dama de honor sea alguien con capacidad de liderazgo y con carisma para establecer un buen ambiente y cooperación.
Para que todo empiece con buen pie y asegurarte de que todo el mundo visualice la boda del mismo modo es muy recomendable organizar una reunión una vez que tus damas ya sepan que lo son, para que puedan hablar entre ellas y marcar una misma dirección en cuanto a ritmos y conceptos. Además, tendrán que dividirse las tareas, que son muchas:
- El vestido de novia. Ayudar a la novia a encontrar su vestido de boda es una de las tareas que conllevan más responsabilidad. Como es obvio, es la novia la que elige su vestido, pero las recomendaciones de la dama de honor serán escuchadas con mucha atención y pueden influenciar en la decisión final. Habrá que visitar varias tiendas y/o páginas web, hasta dar con el vestido que os emocione a todas, aquél que parece que lo hayan hecho para ella. Es una tarea que requiere paciencia y, sobre todo, muy buen gusto. Si una de las damas se dedica a la moda o a algo que tenga que ver con la estética, esta podría ser su tarea ideal.
- Los vestidos de las damas. Otra tarea de estilismo. Lo mejor sería que la novia y todas las damas en conjunto escogieran los vestidos. Hay varias opciones: podéis elegir el mismo corte y hacer variaciones de tono. O, al revés, mantener el mismo tono y variar el corte del vestido, para que cada uno pueda escoger el tipo de figura que favorezca más a su cuerpo.
- Diseñar la despedida de soltera. Aunque esto es responsabilidad de la dama de honor más que de nadie, todas las damas pueden participar en lo que haga falta para organizar la despedida de soltera que encaje más con la novia. La dama de honor, al ser la más próxima a la novia, planteará el concepto que crea que encaja más con ella. Pero siempre habrá tareas para que todas puedan participar: elegir y reservar sitio, organizar a las amigas, canguros, viajes, etc.
- Ayudar con los preparativos de boda. De organizar la boda se encargan los novios y sus familias, pero las damas pueden participar en algunos momentos. Por ejemplo: cuando quedan todavía unos meses para la boda pueden ser las encargadas de gestionar la lista de regalos de novios o de hacer llegar las invitaciones a todo el mundo. También, un poco más adelante, pueden ayudar a escoger empresa de cátering o restaurante, así como ayudar a la novia a elegir el tipo de flores y decoración que le gustará ver en su gran día. Pueden ser también de gran ayuda para solucionar imprevistos en los días previos de la boda o para preparar alguna sorpresa de última hora para los invitados de parte de los novios.
- Hacer un poco de relaciones públicas el día de la boda. Es indudable que la protagonista del día es la novia, pero las damas de honor también se llevan muchas miradas y tienen mucho poder de convocatoria. Saludar a la gente y presentar a los que no se conozcan entre sí es un gran gesto que hacen las mejores damas de honor, como llevar a los invitados que todavía no han saludado a los novios a su mesa, ser las primeras que salen a la pista de baile cuando empieza la fiesta… En definitiva, las damas de honor tendrán que procurar que la fiesta salga bien y que sea una celebración en todo momento:
- Hacer de soporte emocional de la novia. Como mejores amigas de la novia, las damas de honor tienen que estar a su lado en todos los sentidos. Es normal que, el día de una boda, aparezcan nervios, dudas, preguntas… Una buena dama de honor debería ser capaz de escuchar y tranquilizar a la novia. Además, con tanta gente alrededor, es natural que la novia quiera encontrar momentos de más intimidad con sus damas.
- Ayudar a recoger después de la boda. Si se han quedado en el sitio de la celebración algunos regalos, objetos decorativos, restos de comida, las damas pueden ayudar a la novia a recoger esas cosas.
Hasta ahora hablábamos de las tareas de las damas en general, pero y ¿qué pasa con la dama de honor? Ella tiene algunas responsabilidades concretas, que tienen que ver sobre todo con la coordinación y liderazgo. Estas son algunas de las cosas que la dama de honor deberá tener en cuenta:
- Ella es la encargada de coordinar a las demás damas a la hora de repartir las tareas y en caso de que la novia necesite algo de última hora.
- Se tiene que asegurar que los vestidos de las damas conjuntan con el resto de decoraciones de la boda, así como de que todos los vestidos de las damas tengan algo en común para que se identifiquen entre el resto de invitados.
- Ella es la máxima responsable de la despedida de soltera, la que se encarga de organizarla de arriba abajo, con la ayuda de las demás.
- Acompañar a buscar el vestido de novia e ir con ella a las pruebas de vestidos. Es probable que esta tarea la comparta con la madre de la novia u otras familiares, pero es uno de los momentos más íntimos de todo el proceso.
- Dar un discurso emotivo y divertido el día de la boda. Hablar sobre la amistad que comparten ella y la novia o cómo vivieron sus amigas el principio de su romance con el novio, son dos formas de enfocarlo. Siempre hay algo por decir, así que la dama de honor deberá buscar en su corazón las palabras que le encajen mejor a la novia.
¿Como pedir que sean tus damas de honor?
La gente de tu entorno ya sabe que estás prometida y que vas a casarte en pocos meses. Es una gran noticia que todo el mundo se toma con alegría, sobre todo las mejores amigas de la novia, aquellas que optan al puesto de damas de honor.
Todas tus amigas deseando hacer cuanto puedan para estar a tu lado y participar en la organización de la boda. Cuando sepas con cuáles de tus amigas quieres contar para que sean tus damas de honor, sólo se lo tienes que pedir. Pero, ¿por qué no hacerlo de forma original?
Hay muchas formas de pedir a tus amigas que sean tus damas de honor y, a continuación, te enumeramos algunas. Una cosa a tener en cuenta de entrada es que lo puedes hacer una por una o reunirlas a todas para anunciarles tu deseo. Piensa en cómo se lo tomarán tus amigas y, según eso y la relación que tengan entre ellas, decide si lo quieres hacer todas juntas o individualmente.
Antes que nada, un consejo general que sirve para todos los casos: hazles saber a tus futuras damas lo importantes que son para ti como amigas, y lo emocionada que estás de poder compartir con ellas un momento tan importante de tu vida como es tu boda.
Formas de pedir damas de honor:
- Reúnelas a todas en tu casa, que habrás decorado con motivos de boda. Todas estarán ya esperando y deseando que llegue el momento, así que cuando lo veas oportuno, saca unas botellas de champán y ¡a brindar por el amor!
- Mándales una tarjeta a cada una. Hay millones de tipos de tarjetas y postales: encuentra la que más se adapte a ti y envíalas a sus casas. Luego, solo tendrás que esperar las respuestas.
- Hazles un regalo: un estuche de belleza, flores, una comida todas juntas, un colgante igual para todas… El hecho de que todas reciban el mismo regalo de parte de la novia las distingue ya como damas de honor.
- Iros todas a cenar y luego llévalas de fiesta. Una de las primeras cosas en las que piensan las damas de honor es en la despedida de soltera. Por eso, si ya estáis de celebración, todo será mucho más fácil y divertido.
Una vez tengas a tus damas de honor y se hayan organizado, solo se trata de mantener el contacto con ellas para hacer un seguimiento de cómo van los preparativos.
Un consejo: cuando se acerque el día de la boda, si no les has hecho ya un regalo que puedan llevar puesto, regálales alguna cosa que puedan usar el día de la boda como pendientes, colgantes, esmalte de uñas, un tocado para el pelo…
Hasta aquí nuestros consejos para que tengas las mejores damas de boda que podrías imaginar. Recordad siempre que se trata de un trabajo en equipo y que lo más importante es pasarlo en grande. ¡Que viva el amor!